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Descripción
Brasil es la mayor economía de América Latina, con un PIB de US$1.730 billones en 2014. Como resultado, es el mayor mercado de energía eléctrica de la región, con una capacidad instalada total de 139GW. La colosal dimensión del país, sus recursos naturales y las políticas que favorecen la energía limpia, han hecho de Brasil el principal mercado de energías renovables de América Latina y uno de los 10 mayores del mundo. En el país, los proyectos eólicos han alcanzado la paridad de red con fuentes convencionales, convirtiéndose en una de las principales fuentes de nueva capacidad. Brasil también es el segundo productor de etanol del mundo, a pesar de que en los últimos años el sector se vio en dificultades debido a los precios controlados de la gasolina y las malas cosechas.
En la medida en que el país lidia con una crisis macroeconómica, el sector de energía limpia ha empezado a sentir el impacto, especialmente en 2015. La demanda de proyectos de energía limpia seguirá siendo significativa, pero los costos se han incrementado y financiar un proyecto se ha vuelto más dificultoso.
Una sequía que obliga a la diversificación
La matriz de Brasil depende en gran medida de la energía hidroeléctrica. En los últimos cinco años, aproximadamente entre el 75% y el 80% de la generación eléctrica del país provino de centrales hidroeléctricas. Esta excesiva dependencia de un recurso, a pesar de que este haya sido renovable, representó un costo elevado para el país el año anterior.
Una sequía prolongada exigió mucho al suministro de agua y a la matriz energética de Brasil, forzando al mercado a generar costosa electricidad en centrales térmicas que utilizan fuentes fósiles. En el mercado regulado, las empresas de servicios lucharon por cubrir la demanda acumulando pérdidas que más adelante debieron ser absorbidas por los consumidores finales a través de elevadas facturas de electricidad. En el mercado mayorista, donde el impacto de la crisis energética se sintió más inmediatamente, los precios aumentaron y el precio spot promedio en 2014 alcanzó BRL 642 por MWh (US$273 por MWh), aumentando un 146% con respecto al promedio de 2013.
La crisis hidroeléctrica dejó dos lecciones: la necesidad de diversificar y la importancia de tener una generación distribuida. Las subastas y la medición neta seguirán siendo políticas clave para el desarrollo del sector eléctrico de Brasil. Se esperan más incentivos que promuevan los sistemas renovables de pequeña escala, mientras los costos elevados y el acceso a financiación continúan interponiéndose en la difusión masiva de los sistemas fotovoltaicos en Brasil, a pesar del aumento en los precios de la electricidad.
Una matriz renovable
Mientras que la red eléctrica se vio complicada, el sector de la energía limpia de Brasil resplandeció. 2014 fue un año record para la instalación y los contratos de energía renovable, y los niveles de inversión repuntaron con respecto a 2013. El año pasado, se añadió a la red un total de 5,2GW de capacidad de energía limpia (descontando a las centrales hidroeléctricas de gran escala). De estos, 2,9GW provinieron de proyectos eólicos, incluyendo 1GW de proyectos que se vieron demorados por dificultades con la trasmisión.
Hacia finales de 2014, el 80% de la capacidad instalada de Brasil provenía de energía limpia. Había 5GW de capacidad instalada eólica, 13,2GW de biomasa y 6,1GW generados por pequeñas centrales hidroeléctricas. Si se agregaran a ese cálculo las centrales hidroeléctricas de gran escala, se tendría que el 18% de la matriz del país provino de fuentes renovables. Debido a la sequía y la necesidad de añadir capacidad nueva a la matriz eléctrica del país, el gobierno contrató un total de 4GW de biomasa, energía solar, pequeñas centrales hidroeléctricas y proyectos eólicos a través de subastas. Esto fue de particular relevancia en el sector solar, que fue incluido por primera vez en las licitaciones a nivel nacional, obteniendo contratos por 1GW en 2014, a un costo promedio de US$87 por MWh en el momento de la subasta. La reciente devaluación del real brasileño ha reducido este precio hasta US$56 por MWh en octubre de 2015, convirtiéndolos en unos de los contratos de energía solar más económicos del mundo.
Como Segundo mayor productor de etanol del mundo, el país estableció una obligación de mezcla de 27,5% de etanol procedente de la caña de azúcar con gasolina. También incluyó requerimiento de 7% de biodiésel mezclado con el diésel. El mercado de biocombustibles de Brasil ha estado estreñido en los años recientes y le será difícil reeditar los logros obtenidos a comienzos de los años 2000.
Escenario para las inversiones
Luego de niveles bajos de inversión en el 2013, cuando el país solo logro atraer US$3.100 millones en financiación de activos para proyectos de energías renovables nuevos, se comprometió un total de US$6.400 millones en inversiones equivalente en el 2014. La mayor parte, US$5.000 millones, se empleó en proyectos eólicos. El banco nacional de desarrollo de Brasil, Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) aún sigue siendo la mayor fuente de financiación del país. También han comenzado a surgir nuevas estructuras de financiación, impulsadas por la crisis macroeconómica generalizada que atraviesa el país y las oportunidades en el terreno de la energía limpia. Las obligaciones o debentures – un tipo de bono –, han sido más comúnmente incluidas dentro del financiamiento de los proyectos de energía limpia. El fenómeno de las yieldco también ha llegado al país, a través de adquisiciones a comienzos de 2015. No obstante, las oportunidades de recibir financiación por parte de bancos extranjeros aún son limitadas, dado que los contratos firmados en la moneda nacional y la devaluación del real no favorecen los préstamos en dólares.
Producción de Energía Limpia
En líneas generales, Brasil posee una amplia capacidad de producción de fuentes de energía limpia, con la excepción de la geotérmica. La política industrial de Brasil y las normas referidas al contenido local han llevado a la expansión de la producción del sector eólico en el país. Hoy en día cuenta con siete productores de turbinas eólicas que producen localmente desde las torres hasta las aspas. En 2014, el sector lidió con la escasez de equipos dado que los productores locales de los componentes secundarios, tales como los rodamientos, no lograban dar abasto con la demanda. Mirando hacia adelante, Brasil está aplicando una hoja de ruta del contenido local para los equipos solares que apunta a contar con la producción nacional de las células para el año 2020.
Políticas del carbono
Dado el nivel de desarrollo de la economía de Brasil y un gran número de empresas multinacionales, el país alberga a por lo menos 100 compañías que han adoptado medidas ya sea de eficiencia energética o de reducción de emisiones. También ha sumado 14 proyectos de compensación de carbono, elevando el total del país a 423, la mayoría de las cuales se encuentra dentro del sector eléctrico. En su preparación para la reunión del COP que se llevará a cabo este año en París, el gobierno ha anunciado una meta de reducción de emisiones del 37% para 2025.
Resumen de Puntuacion
En 2015, Brasil volvió a colocarse en el segundo puesto en el ranking general del Climascopio, y estuvo primero entre todos los países de América del Norte, Central y Sur. El puntaje general de Brasil en 2015 fue de 2.12, habiendo sido de 2.17 en 2014. Brasil mantuvo su segundo puesto en el puntaje general a pesar de haber descendido del primero al tercer puesto en el Parámetro I. Mostró una importante mejoría en el indicador Tasa de Crecimiento de las Inversiones en Energía Limpia del Parámetro II.
El descenso de dos posiciones por parte de Brasil en el Parámetro I Marco Propicio, ocurrió tras haber obtenido un puntaje de 1.98 en 2015 contra 2.14 obtenidos en 2014.
En Inversiones en Energía Limpia y Créditos para Proyectos Relativos al Cambio Climático, Brasil escaló 10 posiciones en 2015 alcanzando el puesto 17. Sus puntajes para este parámetro fueron 0.69 en 2015 y 0.57 en 2014.
En el Parámetro III Negocios de Bajas Emisiones de Carbono y Cadenas de Valor de Energía Limpia, en 2015 Brasil logró mantener el segundo puesto alcanzado en 2014. Sus resultados fueron 4.35 y 4.41 en 2015 y 2014, respectivamente.
El país referente de las Américas también mantuvo su segundo puesto en el Parámetro IV Actividades de Gestión de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Su puntaje en 2015 de 3.13 no mostró variaciones significativas respecto del de 3.24 obtenido en 2014.
Desempeño
- Posición global
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- Posición regional
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- Puntuación
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