Con la mayor parte de su electricidad generada por tres centrales hidroeléctricas de gran escala que aportan 8,8GW, Paraguay ha encontrado pocos alicientes para desarrollar un marco regulatorio para otras fuentes de energía renovable. De hecho, este país es un exportador neto de electricidad en Sudamérica. El único incentivo para el desarrollo de una política energética en Paraguay es un mandato de mezcla de biocombustible tanto en la gasolina como en el diésel.
El mercado eléctrico de Paraguay se encuentra bajo la supervisión del Viceministerio de Minas y Energía que forma parte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, y es controlado por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), un organismo estatal de empresas de servicios verticalmente integrado. ANDE permite la participación de productores independientes según se establece en la Ley 3009. Sin embargo, hasta 2014 no existían productores eléctricos independientes registrados en el país.
Paraguay exporta electricidad de sus grandes centrales hidroeléctricas a Brasil y Argentina. Además de las centrales hidroeléctricas de gran escala, Paraguay posee un pequeño grupo de generadores que suman 200MW que se alimentan de diésel. En 2014, el país generó un total de 55TWh, superando a otros países de la región tales como Perú, que generó 45TWh el mismo año y cuya población cuadruplica la de Paraguay (6,8 millones de habitantes).
La abundante disponibilidad de electricidad de bajo costo tiene un impacto directo sobre los precios de venta al público, que son significativamente bajos: los consumidores pagan una media de US$0,07 por kWh para adquirir electricidad de ANDE.
Paraguay exige que todo el diésel de venta comercial en el país contenga 5% de biodiésel, en tanto que la gasolina debe contener entre 18% y 24% de etanol, según el requerimiento de octanaje. En junio de 2015, el Congreso de Paraguay sancionó una ley para apoyar el consumo de biocombustibles en el país, requiriendo la existencia de surtidores de etanol in situ.
Resumen de Puntuacion
Paraguay obtuvo un puntaje general de 0.49 en el Climascopio 2015 que lo ubicó en el puesto 52 entre todos los países, cayendo del puesto 50 en que se encontraba en 2014, año en que obtuvo un puntaje final de 0.59.
El país demostró un rendimiento inferior en todos los parámetros con excepción del Parámetro IV Actividades de Gestión de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, en el que se mantuvo igual al año anterior. Su mayor descenso fue de cuatro posiciones en el Parámetro I Marco Propicio, en el que disminuyó su desempeño en el indicador Políticas de Energía Limpia.
En el Parámetro I Marco Propicio, Paraguay obtuvo el puesto 51 con un puntaje de 0.49. En 2014 había ocupado el puesto 47 con un puntaje de 0.67.
Entretanto en el Parámetro II Actividades de Gestión de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, Paraguay obtuvo un puntaje de 0.26 en 2015, inferior al de 0.35 obtenido en 2014. Asimismo, el puesto que ocupó el país dentro de dicho parámetro fue el 43 en 2015, mientras que en 2014 había sido el 40.
En cuanto al Parámetro III Actividades de Gestión de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, Paraguay bajó una posición, ocupando el puesto 53 en 2015. Su puntaje se mantuvo sin alteración entre 2014 y 2015, en 0.20.
En el Parámetro IV, Actividades de Gestión de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, en 2015 Paraguay igualó su rendimiento de 2014 preservándose en el puesto 25 con un puntaje de 1.26 en ambos años.